La mejor leche de vaca suiza
La mejor leche cruda de vaca suiza, con todo su sabor inalterado, se consigue solamente haciendo pastar al ganado en prados con abundante yerba fresca. Una vez ordeñadas las vacas, la leche fresca se procesa con un método artesanal, ancestral y natural, para obtener el queso que se deja madurar en nuestra bodega familiar durante 180 días, como mínimo, hasta obtener el inconfundible “Lustenberger 1862”, de sabor intenso y afrutado.